Saturday, February 03, 2007

Musica (1986)

Hay personas especialmente dotadas para la música. Esta lo era. Pero prefirió una relación más normal. Suerte para ella y mala suerte para mí.

Escuchar el mp3

Ahora es cuando te echo de menos,
cuando mis manos cogerían la guitarra,
si fuera capaz de hacer esta canción
algo coherente, algo coherente.
Ahora es cuando veo que estoy loco
por lo que es la música en tus manos,
y pierdo el tiempo lamentándome
y sin buscarte, y sin buscarte.
Si la música es lo que más amo
y tú eres la música, tú eres la música,
entonces es a ti a quien necesito;
somos como niños, somos como niños, tú y yo.
Pero esa tonta con la cabeza caliente
te ha hecho ver claro, muy claro;
a ella la tienes para todo y en todo;
yo sólo soy música en tus manos.
Si la música es lo que más amo
y tú eres la música, tú eres la música,
entonces es a ti a quien necesito;
somos como niños, somos como niños, tú y yo.
(L.C.Crespo, 1986)

Otro Amanecer (1986)

Muy lentamente
va amaneciendo
en tu cuarto
y tú,
con los ojos cerrados,
te dices que es pronto
aún
para despertar.
Das media vuelta
buscas la noche
en la almohada;
el sol
destruye los restos
que quedan del sueño
en ti,
antes de despertar
y empezar un día más la lucha,
para enfrentar que ella no está,
que ella no está.
Muy lentamente,
como un rito
antiguo,
en un susurro,
la llamas de nuevo,
sabiendo que ya no vendrá,
-todos los sabéis-;
era rutina verla allí, trasteando;
era un trozo de vuestra piel;
y ahora ya no está...
...tu madre, amigo, ya no está.
Quizá te suene vacío
decir que ella está en ti,
en Pepe, en Antonio,
en tu padre, en tu hermana...
(L.C.Crespo, 1986)

No podemos evitar que la vida corra (1984)


No podemos evitar que la vida corra,
que nos arrastre tras ella
y que al final nos abandone,
hechos papilla, fuera de la carretera.
No podemos evitar que nos separe y nos junte,
que nos acerque lo justo
para vernos y desearnos
y nos aleje con la miel en los labios.
No puedo evitar preguntarme
si es mejor luchar o dejarse llevar,
si lo es perseguir el deseo
o echarse en brazos de la ola
que nos busca.
No podemos evitar que el deseo
de hacer nuestra voluntad
resulte tan vano;
cuanto más cerca, más lejos estamos.
No podemos evitar que dentro de nosotros
nazcan preguntas:
"¿A dónde vamos?. ¿A qué vinimos?.
Y mientras, seguimos aquí perdidos.
No puedo evitar preguntarme
si es mejor luchar o dejarse llevar,
si lo es perseguir el deseo
o echarse en brazos de la ola
que nos busca.
No podemos evitar que la vida acabe,
que día a día
vayamos a su encuentro;
al fin y al cabo es lo único cierto.
(L.C.Crespo, 3 de Julio de 1984)

Del esposo (1985)

Esperar ver un pingüino en el desierto,
o abrir tu puerta sólo con la mirada;
pretender que olvides por un momento
que te cásate conmigo una mañana
de primavera.
Desear que los grifos no chillaran,
que la tortilla esta vez no se pegara,
que tu mirada brillase de una manera especial,
que tus pupilas ciegas se dilataran
y me descubrieras.
Que los recuerdos no nos bastaran,
que el que buscase siempre encontrara,
que yo cerrase los ojos y, naufragando,
llegase vencido a tu ensenada.
Que salieran los tarzanes de tu cabeza,
que todos esos "polniumans" no me estorbaran,
que mis modos no entorpecieran de esta manera,
para que amor y respeto no sólo fueran
meras palabras.
Que los recuerdos no nos bastaran,
que el que buscase siempre encontrara,
que yo cerrase los ojos y, naufragando,
llegase vencido a tu ensenada.
(L.C.Crespo, Julio 1985)

Cónica Perdida (1985)

Escuchar o descargar el mp3

Aquel viaje a Soria en una ranchera
fue el inicio de la relación
establecida entre dos seres
de raro equilibrio entre
la locura y la razón,
la rutina y el valor.
Nos creímos genios y tal vez lo fuimos,
a salvo de un mundo sin color;
como las olas nos íbamos,
como las olas volvíamos;
así nacía la canción,
como parte de los dos.
Tú ibas buscando amor entre dos notas,
que ibas repitiendo en cada canción,
y yo, que sólo daba de mí mismo
lo que la guitarra robaba a mi corazón.
Hubo un instante en que convergieron
los acordes de los dos;
tú creíste llegado el tiempo,
yo jugué y no fui sincero
y la magia se esfumó,
el nudo se rompió.
Tú ibas buscando amor entre dos notas,
que ibas repitiendo en cada canción,
y yo, que sólo daba de mí mismo
lo que la guitarra robaba a mi corazón.
Y hoy mi guitarra también te echa de menos
y esta canción canta al vacío;
el tiempo pasa y todo sigue igual;
es tan sencillo y tan difícil volver de nuevo...
(Julio 1985)

Herida (1988)

Escuchar o descargar el mp3 (La grabación está tomada de una cassette de 1993).

Quizá esa mirada
de perrillo abandonado,
tal vez la penumbra
que limaba tus rasgos,
o esa media sonrisa,
por un momento
me hizo ver otra cara,
la herida que llevo dentro
y creí cerrada
que espera cualquier descuido
para enseñarme
que aún sangra.
Sólo fue un sueño,
un fantasma obsoleto;
tus "holas" y "adioses"
me hablan de nuevo;
descubren que existes
y que tú eres
parte de este momento;
y que en dos años los dos pudimos
cambiar de aspecto;
tu rostro agareno
y tan amable
que hoy al fin veo.
(L.C.Crespo, Febrero 1988)

Unas lineas (1988)

Ya hace meses que te marchaste
al otro lado del mar;
no te he escrito unas líneas aún
puede que valgan estas para empezar.
No es que haya mucho para contarte,
encerrado como estoy;
tú has despegado, yo sigo en tierra
el águila abarca mucho más que el ratón.
Y mientras, va pasando el tiempo,
y tú en tu lucha por avanzar;
aquí en la niebla todo va más lento,
aunque con todo y con eso, va.
Cuando vuelvas discúlpame
la rutinaria mediocridad;
detén tu reloj sólo un momento
y, si tu quieres, podemos hablar.
Y después, al despedirnos,
sin miradas atrás,
tú con tu vida, yo con mi camino,
quedará siempre un buen recuerdo atrás
para los dos.
(L.C Crespo, Febrero 1988)